Oh, glorioso apóstol San Judas Tadeo, santo poderoso y lleno de misericordia,
Tú que nunca dejas sin respuesta a los que claman a ti en su desesperación, Tú que eres el defensor de la fe y el guía de los necesitados, te invoco en este momento con corazón humilde y confiado.
Tú, conocedor de los secretos del corazón humano, y testigo de la unidad y la armonía entre los fieles, intercede por la unidad de la Iglesia. Que los corazones divididos se reconcilien, que las diferencias sean superadas por el amor y la comprensión mutua, y que el espíritu de concordia y fraternidad brille entre todos sus miembros. Que la palabra de Dios sea predicada en su pureza y en su verdad, iluminando el camino hacia una iglesia unida y fuerte en la fe.
San Judas Tadeo, tú que has visto la fragilidad de la unidad desafiada, ruega al Señor para que fortalezca los lazos que nos unen, para que la comunidad de creyentes sea un faro de esperanza y un testimonio vivo del amor de Cristo. Concédenos, te lo suplico, la gracia de comprender la grandeza de la unidad y de trabajar por ella con generosidad y humildad.
Te prometo mantener tu imagen en mi hogar y propagar tu devoción, elevando oraciones constantes por la unidad de la Iglesia. Por tu divina intersección San Judas, Amén.
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