Oh, glorioso apóstol San Judas Tadeo, santo poderoso y lleno de misericordia, tu nombre es un baluarte de esperanza para quienes claman a ti en las tinieblas del arrepentimiento.
Tú, que nunca dejas sin respuesta a los que claman a ti en su desesperación, hoy acudo a tu santo amparo.
Reconozco, con profunda humildad, que he pecado contra la luz de Dios, y contra la noble obra de su amor. Mis acciones han herido a otros, y mi corazón, una vez puro, se ha enturbiado por el error. San Judas, intercesor excepcional de los perdidos, te suplico con todo mi ser que me abras los ojos a la luz de la verdad y me devuelvas el camino de la rectitud.
Te ruego que ilumines mi corazón, que me ayudes a reconocer mis faltas y a comprender el dolor que he causado. Sana las heridas que he infligido, tanto en mis hermanos como en mi propia alma.
Por tu divina intersección, guía mi camino hacia la reconciliación.Ayúdame a reparar el daño causado y a vivir con fe y arrepentimiento sincero. Te prometo mantener tu imagen en mi hogar y propagar tu devoción, para que cada día mi vida sea un testimonio de tu compasión.
Por tu divina intersección San Judas, Amén.
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