Oh, glorioso apóstol San Judas Tadeo,
Tú, que nunca dejas sin respuesta a los que claman a ti en su desesperación, santo poderoso y lleno de misericordia, patrono de los casos difíciles y desesperados, te invocamos en este momento de necesidad. Tu nombre resuena como un faro en la oscuridad,trayendo consuelo a los corazones afligidos.
Tú, que sabes la carga de los pesares y la tensión de la espera, reconoce la lucha que se libra dentro de mí, la batalla para cultivar la paciencia en medio de la incertidumbre. La espera a veces se siente como un camino sin fin, como un océano sin horizonte. te ruego que ilumines mi camino en este momento de dificultad, que me enseñes a ver más allá de la superficie de las circunstancias, más allá de la aparente falta de progreso. Enséñame, oh Santo, a encontrar el valor en la quietud y la fortaleza en el silencio, a esperar con la fe inquebrantable de un alma que confía en tu amor.
Cuántas veces la impaciencia se manifiesta como un fuego que quema, consumiendo la calma y la esperanza. Ayúdame, San Judas Tadeo, a domesticar este fuego interior, a encontrar la serenidad en cada instante de espera, a valorar el tiempo que me llevas a través de este proceso. Te encomiendo este deseo ardiente por la virtud de la paciencia,te pido que seas mi guía en cada prueba,que me ayudes a discernir la sabiduría en cada momento de espera,en cada oportunidad de crecimiento.
Te prometo, oh San Judas Tadeo, mantener en mi corazón la devoción a tu nombre, y compartir la alegría de tu intercesión con los que me rodean, que busquen la paz y la virtud de la paciencia.
Por tu divina intersección, San Judas, Amén.
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