Oh, glorioso apóstol San Judas Tadeo, santo poderoso y lleno de misericordia,
Tú que nunca dejas sin respuesta a los que claman a ti en su desesperación, Tú, protector de los que buscan refugio en tu inmensa bondad, Tú, patrono de los casos difíciles y desesperados, te invocamos hoy con profundo respeto y esperanza.
Hoy, con el corazón lleno de inquietud por la seguridad de todos los niños y jóvenes que asisten a las escuelas, te pedimos, San Judas Tadeo, tu poderosa intercesión. Te suplicamos que protejas a nuestros estudiantes, maestros y personal administrativo de cualquier daño físico o emocional. Que seas un escudo invisible contra la violencia, el miedo y la inseguridad. Que infundas en sus corazones la valentía para afrontar los desafíos y la paz para encontrar refugio en la fe. Que sus días en las aulas sean días de aprendizaje, de crecimiento y de esperanza, iluminados por tu protección divina.
Te ruego, San Judas Tadeo, que ilumines el camino de todos aquellos que trabajan para construir un ambiente seguro y protector en cada escuela, que les des fortaleza en sus esfuerzos y sabiduría en sus decisiones. Que las familias puedan dormir tranquilas sabiendo que sus hijos están a salvo bajo tu amparo celestial. Que los corazones de los niños y adolescentes se llenen de la seguridad que sólo Dios puede dar.
Te prometo mantener vivo el recuerdo de tu bondad en mis oraciones y en la de mi comunidad.
Por tu divina intersección, San Judas tadeo, Amén.
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