Oh, glorioso apóstol San Judas Tadeo, santo poderoso y lleno de misericordia, nuestro protector en las horas de dificultad.
Tú que nunca dejas sin respuesta a los que claman a ti en su desesperación, tú que eres el patrón de los casos difíciles y de los trabajadores que buscan justicia, te invocamos en este momento con fe inquebrantable.
Tu compasión llega hasta aquellos que sufren la injusticia en sus puestos de trabajo, a aquellos que son explotados o tratados con falta de respeto. Te rogamos, San Judas Tadeo, que ilumines el camino de todos los trabajadores, que protejas sus derechos y sus familias. Que te intercedas ante los poderosos para que escuchen las justas demandas y les brinden el apoyo necesario. Te suplicamos, que con tu poderosa intercesión, los trabajadores encuentren un ambiente laboral digno y seguro, donde puedan trabajar con respeto y dignidad. Que las empresas y patrones les ofrezcan un ambiente donde se respete su salud física y mental, así como la de sus familias.
Te prometo mantener tu imagen en mi hogar y, con tu ayuda, llevar tu devoción a los corazones de todos aquellos a quienes les sea necesario.
Por tu divina intersección, San Judas, amén.
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