Glorioso apóstol,
mártir y allegado de Jesús,
San Judas Tadeo,
que habéis difundido la fe en tierras lejanas
entre gentes más bárbaras
y engendrado a Jesucristo pueblos innumerables
por la virtud de las palabras divinas,
haced, os lo suplico,
que desde hoy renuncie yo
al habito del pecado,
sea preservado de tentaciones graves
que obtenga siempre vuestro auxilio en los casos desesperados
y llegue por fin a la patria celestial,
Padre, Hijo y Espíritu Santo.
San Judas Tadeo,
se os invoca como el patrono especial
de las causas desesperadas;
rogad por mi que soy tan miserable,
a fin de que reciba de lo alto,
el consuelo y el auxilio
en mis tribulaciones y angustias presentes
y bendiga fielmente a nuestro Dios con vos
y todos los elegidos por los siglos de los siglos.
Amen.