Dame esperanza,
apóstol San Judas,
ante la pérdida y el dolor.
Ruego que guíes
a todas las almas
a la luz de Cristo.
Que la esperanza que ofreces
sea una fuente de consuelo
para todos los que sufren.
Porque en esa esperanza
y a través de nuestra fe,
experimentamos la tierna misericordia de Dios
y confiamos en su promesa de la vida eterna.
Quédate a mi lado,
glorioso San Judas,
para que siempre pueda confiar en tu cuidado.
Amén.