La Leyenda de Abgar
La leyenda de Abgar es un relato antiguo según la cual se cree que existió una correspondencia e intercambio de cartas entre Jesucristo y el rey Abgar V Ukkāmā de Osroene.
En el siglo IV Eusebio de Cesarea registró en la publicación Historia Eclesiástica I.12 dos cartas en la que él mismo cree firmemente, sobre una correspondencia que tuvo lugar entre Jesús de Nazaret y el Rey de Edesa.
Estas cartas fueron halladas por Eusebio en los archivos de Edesa, por lo cual apeló a su autenticidad; se pensaba en esa época que las cartas encontradas eran las originales, escritas en siríaco.
Eusebio publicó una traducción en griego de estas cartas en su Historia Eclesiástica.
Existe una versión previa en la Doctrina siríaca de Addai (Tadeo), un documento cristiano primitivo de Edesa. Los Hechos de Tadeo es un documento en griego en la cual aparece correspondencia intercambiada entre Jesucristo y Abgar de Edesa.
De hecho, según Leclercq, H. (1907), en la actualidad no solo se tiene el texto siríaco, sino también una traducción armenia, dos versiones griegas independientes, más cortas que el siríaco, y varias inscripciones en piedra, todas las cuales según indica el autor, se discuten en dos artículos en el “Dictionnaire d’archéologie chrétienne et de liturgies “.
Durante la Edad Media esta leyenda gozó de gran popularidad, tanto en Oriente como en Occidente; hoy día se piensa que debido a su popularidad la carta se replicaba en diversos formatos como pergamino, mármol y metal, y que se usaba también como talismán o amuleto.
La leyenda posiciona este intercambio de cartas durante los últimos años de la vida de Jesús y podemos relacionar tres objetos de esta leyenda:
- La carta del Rey Adgar dirigida a Jesus de Nazaret
- La respuesta de Jesus de Nazaret
- El retrato de Jesucristo en la tela.
La Leyenda de Abgar
Abgar V era rey de Osroene con su capital en Edessa, una ciudad siria en la alta Mesopotamia, el rey Abgar V estaba enfermo y había oído hablar de los milagros de Jesús.
Reconociendo la misión divina de Jesús, Abgar escribió una carta la cual envió a Jesús de Nazaret pidiéndole ser sanado de sus dolencias y ofreciéndole además refugio seguro en su reinado contra cualquier persecución en contra de Jesús.
En respuesta, Jesús elogió al rey por su fe, pero rechazó la solicitud de ir a esas tierras; indicando que los propósitos para los que había sido enviado ya se habían complido y era tiempo de regresar de donde vino, prometiendo que después de ascender al cielo, uno de sus discípulos curaría todas las enfermedades del rey.
Se tienen versiones diferentes de la carta, la versión de Eusebio y la versión de San Addai (Tadeo), difieren entre si según afirma Henri Leclercq.
Al momento de redactar este escrito no hemos podido encontrar la versión de Eusebio por lo cual solo presentaremos la versión de Addai de su Doctrina de Addai.
Carta del Rey
He oído hablar de Vos y de vuestra sanación; que no usáis medicinas ni raíces, sino que con vuestra palabra abrís (los ojos) a los ciegos, haced caminar a los cojos, limpiáis a los leprosos, haced oír a los sordos; cómo por Vuestra palabra (también) sanáis espíritus (enfermos) y aquellos que están atormentados con demonios lunáticos, y cómo, de nuevo, levantáis los muertos a la vida.
Y, al aprender de las maravillas que Vos hacéis, se me ocurrió que (de dos cosas, una): o habéis descendido del cielo, o sois el Hijo de Dios, que hacéis realidad todas estas cosas.
Por lo cual a Vos escribo y ruego que Os vengáis a mí, que Os adoro, y sanéis todos los males que sufro, según la fe Os tengo.
También he sabido que los judíos murmuran en Vuestra contra y Os persiguen, que crucificaros y destruiros. No poseo más que una ciudad pequeña, pero es hermosa y lo suficientemente grande para que nosotros dos vivamos en paz.
Repuesta de Jesús de Nazaret
Según la leyenda Jesús dice a Hanna (mensajero y escriba del rey enviado a ver a Jesús):
“Id y decid a vuestro amo, quien os envía a Mi:”
En cuanto a lo que habéis escrito, que debería ir a vos, (he aquí) todo aquello para lo cual fui enviado aquí abajo, se ha cumplido, y asciendo de nuevo a mi Padre quien me envió, y cuando yo haya ascendido a él, yo os enviaré a uno de mis discípulos, el cual sanará todos vuestros sufrimientos, y (os) dará la salud de nuevo, y convertirá a todos aquellos con vos a la vida eterna.
Y vuestra ciudad será por siempre bendecida, y el enemigo nunca prevalecerá sobre ella.
Según Eusebio, no fue Hannan quien escribió la respuesta, sino el mismo Jesús de Nazaret
Además Eusebio de Cesarea en su libro asegura que tras la ascensión, el apóstol Tomás envió a Tadeo a Edesa para curar al rey Abgaro, después de la resurrección de Jesús.
En la ciudad, habitó en casa de Tobías y realizó varias sanaciones. Cuando el rey escuchó hablar de Tadeo supo que se trataba de la persona que le había enviado Jesús.
El rey se encontró con Tobías y le dijo que le enviase a su casa a aquel discípulo, a lo que Tadeo respondió había venido realizando sanaciones por él y acudió a encontrarse con el rey.
Tras encontrarse con el rey, le dio un discurso sobre la fe cristiana y, posteriormente, le sanó de su enfermedad.
Tras esto, Tadeo sanó a otros ciudadanos.
En la Doctrina de Addai, fechada en el siglo V, se dice que Hannán (o Ananías), pintor y archivero del rey, hizo de mensajero y trajo de regreso a Edesa un retrato de Jesús, a quien había encontrado en la casa de Gamaliel. Este retrato se conservó en el palacio real.
Actualidad
En la época actual diferentes estudiosos piensan que las cartas probablemente fueron creadas a principios del siglo IV, y que son ficticias,
El académico Bart D. Ehrman, menciona evidencias de Han Drijvers y otros autores según las cuales toda esta correspondencia habría sido realizada en el siglo III por los cristianos ortodoxos.
Leclercq, H. dice “El hecho relatado en la correspondencia desde hace tiempo dejó de tener algún valor histórico. En dos lugares, el texto está tomado del Evangelio, lo cual de por sí es suficiente para refutar la autenticidad de la carta. Por otra parte, las citas son hechas no de los propios Evangelios, sino de la famosa concordancia de Taciano, compilada en el siglo II, y conocida como el “Diatesarón”, fijando así la fecha de la leyenda en aproximadamente mediados del siglo III.”
Tadeo de Adessa
Con frecuencia se confunde a San Judas Tadeo con Tadeo de Edesa de La leyenda de Abgar contenida en el libro Leyenda Áurea (Leyenda Dorada).
Basado en varias tradiciones cristianas orientales, Tadeo (Addai) fue un judío nacido en Edesa, en ese momento, ciudad siria (actualmente ubicada en Turquía).
Llegó a Jerusalén para asistir a unas fiestas, y escuchó las predicaciones de Juan el Bautista. Después de ser bautizado en el río Jordán por él, permaneció en Palestina.
Más tarde se encontró con Jesús y se convirtió en uno de sus seguidores. Fue elegido para ser uno de los setenta y dos discípulos que Jesús envió por parejas para predicar en ciudades y territorios.
Después del Pentecostés y la ascensión de Jesús, Tadeo comenzó a predicar el evangelio en Mesopotamia, Siria y Persia. Tadeo ordenó sacerdotes en Edesa, y convirtió a Agbar y a otros muchos al cristianismo y construyó la iglesia allí. También fue a Beirut a predicar y fundó allí otra iglesia.
La liturgia siríaca conocida como la Liturgia de Addai y Mari, se originó alrededor del año 200 y es utilizada por la Iglesia Asiria del Este y la Iglesia Católica Caldea que reafirman la conexión con el santo y también por la Iglesia siro-caldea y la Iglesia católica siro-malabar en India fundada por Tomás el Apóstol.
Su fiesta se celebra el 5 de agosto en el calendario cristiano.