Oh, glorioso apóstol San Judas Tadeo, santo poderoso y lleno de misericordia,
Tú que nunca dejas sin respuesta a los que claman a ti en su desesperación, Tú, protector de los que buscan con fervor la luz y la guía divina, hoy acudo a ti con mi corazón humilde y lleno de fe.
San Judas Tadeo, patrono de los casos difíciles y de las causas desesperadas, reconoce la necesidad que siento de ser más generoso en mi actuar. Sé que la generosidad es un fruto del Espíritu Santo y que solo con tu intersección podré vencer la aridez de mi corazón y cultivar un espíritu más desprendido. te pido que abras mi mente y mi corazón a la necesidad de los demás, que me ayudes a ver más allá de mis propias limitaciones y que me ilumines el camino para ser más compasivo y comprensivo.
Sé que la generosidad no es solo dar con mis posesiones materiales, sino también con mi tiempo, mi atención y mi apoyo incondicional. Te ruego que me concedas la gracia de identificar las necesidades alrededor de mí y de actuar con prontitud y sabiduría para aliviar el dolor de los demás. Ayúdame a comprender las dificultades de los que me rodean y que mi mano se extienda con alegría a quien lo necesita.
Te prometo que, si escuchas mi oración, honraré tu nombre con acciones de caridad y promoveré tu devoción entre mis conocidos. Contemplare tu imagen con gratitud y elevaré plegarias por los necesitados y por los que buscan tu ayuda.
Por tu divina intersección, San Judas, Amén.
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